Él siempre me hizo sentir una persona mas libre de lo que en realidad era. Y gracias a que comencé a creerle, pude intentar serlo.
Andrés bordó las primeras lentejuelas tornasoladas de mis alas, y gradualmente aprendí a coserme algunos centímetros de libertad diarias yo sola.
Él, mi amigo, mi amor, veía a través de mis ojos (como a través del caleidoscopio) la esencia de mi alma. Andy me conocía más que yo misma. Él me ayudó a comprenderme más. “Abrí” mi mente, dejé las religiones de lado y comencé a tener fe…en mí. Mi vida dio un giro a la luna, dejé de necesitar la aprobación de los demás. Y aquel fue un paso fundamental hacia mi nueva vida, hacia mi amanecer.
Crecer es incómodo y doloroso, pero indefectiblemente necesario. (...)
13.6.09
Fragmento del diario de Virginia
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1 comentarios:
Hola Fersita cuanto cambios en el blog. Está muy bonito me encanta.
Claro que hay que creer , en uno mismo principalmente para poder creer en los demás. Un beso grande.
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