La espera

Harás un viaje, te escaparás por un tiempo trascendente.

Dentro de la espesa túnica de la soledad se agitarán tus pensamientos, tus emociones, secretos, culpas, frases, sentimientos, decisiones...

Me dedicaré a extrañarte, y a volcar este desarraigo en las letras, en los lienzos, y en los zapatos de charol deslizándose por el suelo brillante en una reflexiva danza.

Guardaré tus besos dentro de un frasco de mermelada, en la heladera, para que se conserven frescos y dulces.

Y esperaré. Esperaré a que vuelvas.

Respeto tu silencio, respeto tu ausencia, tu distancia.

y esperaré a que vuelvas, porque hoy como mujer te amo tanto como cuando era una niña. Confio en tus ojos, y en tus palabras.

En algún beso arcaico me dijiste que volverías.

y volverás, y renacerás, y se reinventará tu vida, tu camino, tu alma.

y se reinventará mi vida también, y este amor que siento, se reinventará también.

Nunca es tarde. Te seguiré esperando. Reconquistémonos.