9.12.09

La vida, dios o quien sea, permite que nos tropecemos
pero también deja que nos levantemos
y sigamos trotando.

No somos inmortales,
autosuficientes,
ni perfectos,
pero sí somos artífices de nuestra percepción de la vida
y
de
lo
que
hacemos
con ella.

1 comentarios:

Nora Báez dijo...

No es la vida que nos permite levantarnos, es nuestra propia fuerza interior que es dueña del embriòn...
Soy autoficiente, cosa de la que estoy cansada hace tiempo; soy libre desde mi adentro y soy tan constante, que a veces, tiene forma de pesadez...
Soy la autora de mi vida y responsable de todas las ortografìas a medida que la voy escribiendo...

Un beso para vos Fersita ;0)